¿Qué es la comunicación asertiva?
La comunicación asertiva es la capacidad de respetar a otros y hacernos respetar por otros a partir del lenguaje verbal, no verbal y la actitud. Una definición clara es: “expresar tus opiniones, gustos, deseos o reclamar tus derechos respetando siempre los derechos de los demás”. Podríamos agregar: sin conflictos o peleas.
Es importante desarrollar una comunicación asertiva, ya que verás efectos positivos en tu salud física y emocional. Algunos de sus beneficios son reducir el estrés, mejorar las habilidades sociales, aumentar la autoestima y ganar satisfacción personal.
Debido a que la asertividad se basa en el respeto mutuo, es un estilo de comunicación efectivo para relacionarte con la gente que te rodea. Si eres asertivo/a, muestras respeto por ti mismo/a, porque eres capaz de defender tus propios intereses y de expresar tus sentimientos y pensamientos.
¿Cómo son las personas asertivas?
Una persona asertiva puede:
- Sentirse libre de expresar sus pensamientos, deseos y sentimientos.
- Ser capaz de iniciar y mantener relaciones placenteras con la gente.
- Conocer sus derechos.
- Tener control sobre sus impulsos e ira. No significa que reprime sus emociones, sino que las puede controlar y expresarlas de manera adecuada.
- Ser capaz de realizar acuerdos con otras personas.
- Tener en cuenta sus necesidades y las de los demás.
Técnicas de comunicación asertiva
1. Evalúa tu estilo
Es importante que entiendas qué estilo de comunicación tienes antes de empezar a cambiarlo.
¿Defiendes tus derechos? ¿Dices sí, a pesar de no tener tiempo? ¿Culpas de manera rápida a los demás?
Si tienes un estilo agresivo sabrás que tienes que ser más amable al hablar y escuchar más. Si es pasivo, tendrás que reafirmarte y comunicar más tus opiniones.
2. Usa frases con “yo”
Usar frases con “yo” reafirma tus opiniones, deseos y derechos. Además, harás saber a los demás lo que piensas sin sonar como si estuvieras acusando: “yo no estoy de acuerdo” en lugar de “estás equivocado”.
3. Aprende a escuchar
Ser un buen comunicador incluye escuchar bien, y ser un buen oyente incluye mantener una actitud abierta hacia el mensaje de la persona.
Mantén contacto ocular, escucha con interés y controla tus propias emociones y pensamientos, para poder evitar reacciones, defensas, explicaciones o interrupciones.
Esto no quiere decir que estés de acuerdo con lo que la otra persona dice, sino saber qué es lo que la otra persona dice.
Ejemplo: cuando estés hablando con alguien, espera a que termine sus frases antes de contestarle.
4. Busca acuerdos
Es una habilidad que se relaciona con la negociación. Se trata de que llegues a acuerdos ganar-ganar, evitando las posturas extremas en las que solo gane o pierda alguien.
Por ejemplo: llegar al acuerdo con tu pareja de limpiar la cocina mientras que él/ella limpia el cuarto de baño.
5. Identifica tus necesidades y busca satisfacerlas
No esperes que alguien reconozca lo que necesitas, podrías esperar para siempre.
Entiende que para aprovechar todo tu potencial debes satisfacer tus necesidades.
Encuentra la forma de satisfacer tus necesidades sin sacrificar las de los demás.
6. Oponerse de forma asertiva. Aprende a decir “no”
Si alguien te insiste para que hagas algo que no deseas (lo que ocurre a menudo, por ejemplo, con los vendedores), puedes dar directamente un “no” sin sentirte culpable, dar excusas o explicaciones.
Ejemplo: No, gracias, no necesito ese producto/servicio. Gracias por su tiempo. Adiós.
7. Usa el lenguaje no verbal
La comunicación no es solo verbal. De hecho, más del 80% de la comunicación es no verbal. Mantén contacto ocular (sin mirar fijamente), una posición recta, usa las manos y habla con claridad.
8. Controla las emociones
Aunque es positivo expresar tus sentimientos de forma asertiva, en ciertas situaciones es conveniente que controles emociones como la ira.
Por ejemplo, si estás muy enfadado, no te conviene discutir con tu pareja o acudir a una reunión. En ese caso, podrías decir cosas de las que te arrepientas.
Trabaja en controlar tus emociones y mantenerte tranquilo para comunicarte efectivamente sin que tus emociones te controlen a ti.
9. Disco rayado
Se trata de repetir un “no” o un no + frase repetidamente tras una petición de la otra persona o cuando traten de manipularte. Intenta hacerlo de forma serena y evitando emplear las mismas palabras.
Ejemplo: Como le digo, no necesito su producto/servicio. Gracias y adiós.
10. Afrontar críticas
Significa enfrentar las críticas de forma constructiva. Lo puedes hacer pidiendo detalles sobre la crítica (cómo, qué, quién) e información.
De esta forma, podrás conocer bien lo que quiere transmitir el interlocutor. Es conveniente que te muestres en parte de acuerdo con la crítica, en caso de que sea verdadera o pueda serlo, respetar a la otra persona, y dar las gracias.
Por otra parte, no es lo mismo una crítica lanzada por una persona con criterio que otra de alguien sin suficiente información.
Ejemplo: gracias por tu feedback, lo tendré en cuenta para mejorar en esos aspectos.
11. Acepta tus emociones
Uno de los obstáculos de la comunicación asertiva es la creencia de que tener emociones como la ira es malo. Sin embargo, la ira es una emoción normal y no eres una mala persona por sentirla.
Por supuesto, una cosa es sentirla y otra expresarla de forma negativa, con ataques personales, insultos o venganzas. La persona asertiva acepta sus emociones, las controla y las expresa respetándose a sí misma y a la otra persona.
12. Afirma o pregunta claramente
Las personas agresivas o pasivas tienden a comunicar lo que les molesta dando rodeos. También hacen peticiones dando rodeos. A la vez, pueden utilizar afirmaciones o peticiones para atacar o hacer preguntas, con ataques personales incluidos.
Por ejemplo: “después de pasar 10 horas con tus amigos, ¿me puedes recoger?” o “ya que te preocupas tanto por cuidarte, ¿podemos salir más tiempo juntos?”.
Comunica claramente lo que quieres, si algo te molesta, dilo de forma asertiva y evita los ataques personales encubiertos o sarcásticos.
13. Solicitar cambios de comportamiento a otra persona
En este caso, pueden surgir una serie de problemas como: a) acusar al otro de tener problemas, lo que empeorará el conflicto, b) acusar al otro de mostrar siempre lo que queremos cambiar, c) creer que lo hace malintencionadamente y d) expresar solo consecuencias negativas.
Para hacerlo de forma correcta debes: asumir el problema, describir el comportamiento que quieres cambiar, enunciar las consecuencias del cambio de comportamiento, expresar cómo te sientes por el problema, finalizar solicitando el cambio de comportamiento de forma concisa y clara.
Ejemplo: Ana, es molesto el humo del tabaco, me afecta y no respiro bien. ¿Puedes fumar fuera?
14. Autorrevelación
Se trata de hacer que los demás se sientan abiertos hacia ti y comiencen a tener confianza.
Se basa en decir a la otra persona lo que te gusta de ella: “Me gusta tu forma de vestir”, “Enhorabuena por el examen aprobado”. Mantén un gesto facial agradable y sonríe.
15. Banco de niebla
Se usa para evitar un conflicto directo cuando una persona te habla de forma agresiva o suelta algún comentario atacante. Se basa en decir respuestas inesperadas para frenar el comportamiento agresivo.
Ejemplo: ¿Cómo puede ser que todavía estás soltera? Deberías buscar novio ya. Respuesta: Tienes razón, he tenido demasiados pretendientes y me cuesta decidirme.
Ejemplos de comunicación asertiva
- Me gusta el trabajo que hiciste, está muy bien. Sin embargo, hay unos detalles que se pueden mejorar.
- ¿Me puedes traer mañana el libro que te presté?
- No creo que pueda ir a tu fiesta el sábado, ya tenía un compromiso que no puedo cancelar.
- No estoy de acuerdo con lo que dices, pero respeto tu opinión.
- No me gusta que me griten, podemos conversar sin alzar la voz.