¿Qué fueron los visigodos?
Los visigodos fueron un grupo de pueblos germanos orientales provenientes de la rama de los godos, quienes se consolidaron como cultura después de la unión de algunos grupos góticos, posiblemente de los tervingios. Ocuparon Hispania hasta la invasión musulmana, en el 711.
El pueblo visigodo es muy importante para la historia de Occidente por la invasión al Imperio romano en el 376. Además, después de adentrarse en la península itálica, este pueblo germánico derrotó a los romanos en la conocida batalla de Adrianópolis, dos años después de su llegada a territorio romano.
La invasión fue comandada por Alarico I, rey de los visigodos en ese momento. Posteriormente, los visigodos lograron penetrar en Roma y saquearla en el 410, y luego se establecieron en la Galia como asociados del Imperio romano, bajo sus leyes.
Los primeros pueblos bárbaros llegaron a Hispania en 409, entre ellos los suevos, los vándalos y los alanos. Los visigodos llegaron poco después. Eliminaron a los alanos, arrinconaron a los suevos hacia el noroeste y a los vándalos los obligaron a salir hacia el norte de África.
Después de que los francos derrotaran a los visigodos en 507, estos se adentraron en Hispania, prácticamente sin encontrar resistencia, aprovechando el vacío de poder generado a consecuencia de la caída del Imperio romano de Occidente. Durante esta etapa, el pueblo visigodo convivió y se mezcló con los habitantes hispanorromanos.
Los visigodos fueron una cultura germánica muy vasta dado que se mezclaron con varios grupos y civilizaciones occidentales, lo que permitió que integraran diferentes costumbres, tradiciones y leyes. La cultura que más llamaba la atención de los visigodos era la romana, debido a sus avances tecnológicos, económicos y sociales.
Después de la expansión de los visigodos por toda la península ibérica, fueron sometidos por los árabes tras perder la batalla de Guadalete, en 711, cuando invadieron España. Esto significó el control del territorio por el califato Omeya, que logró avanzar hasta Tours casi sin oposición.
Origen de los visigodos
Origen del término “visigodo”
La palabra visigodo no se empleó durante las invasiones bárbaras al Imperio romano, fue una invención introducida en el siglo VI por Casiodoro, un romano que le servía a Teodorico el Grande. Casiodoro inventó la palabra visigothi con la intención de hacer una correspondencia con el término ostrogothi (ostrogodos).
De esta manera, Casiodoro diferenciaba a los godos orientales (ostrogodos) de los occidentales. Posteriormente, el término fue empleado por los mismos visigodos, después de que esta cultura mantuviera relaciones diplomáticas con Italia en el siglo VII.
Primeras invasiones
Las invasiones al Imperio romano son muy antiguas. Existen registros de que durante el siglo III d.C. los greutungos y los tervingios realizaron una serie de incursiones en territorios romanos. De estas primeras incursiones destacan principalmente las de Tracia y Moesia, ocurridas en 251, y las de Egeo y Atenas, en 259.
Estos pueblos también lograron invadir las islas de Creta y Chipre en 269. Además, después de que el emperador Aureliano abandonase Dacia, los tervingios decidieron ocupar este territorio en el 300. Entraron a este lugar gracias a que se presentaron como mercenarios de los romanos.
Huida de los hunos y explotación romana
En 370 el pueblo greutungo estaba gobernado por Hermanarico, quien tuvo que enfrentarse al ejército de los hunos, encabezado por Balamber.
Luego de ser derrotado y estando en edad avanzada, el rey de los germánicos decidió quitarse la vida. A este rey lo sucedió Vitimiro, quien tampoco pudo derrotar a los hunos y murió en el intento.
Debido a esta derrota, los greutungos fueron sometidos por los hunos. Por otro lado, los tervingios temían un enfrentamiento con los hunos y por ello le solicitaron al Imperio romano que les dejara asentarse a orillas del Danubio.
Los romanos accedieron a esta petición, pero, como retribución, los tervingios fueron explotados brutalmente por los funcionarios romanos.
Esto trajo como consecuencia que los grandes terratenientes (al mando de Fritigerno) se quejaran ante el general romano de turno, Lucipino. Este decidió asesinar a Fritigerno, pero el intento fracasó y el romano terminó muerto. Luego de este ataque, Fritigerno y sus hombres se rebelaron en Marcianópolis y obtuvieron una contundente victoria.
Negociaciones
Durante la batalla de Adrianópolis fue asesinado el emperador romano Valente, a quien le sucedió Teodosio.
Este emperador combatió a los visigodos por algún tiempo, sin embargo, decidió negociar la paz. Esto lo consiguió asentándolos en un lugar más adentrado del Imperio y dándoles un rol importante dentro del ejército.
Luego de esta negociación los visigodos participaron de manera notoria en las guerras civiles romanas, ocurridas entre 388 y 394. Cuando murió Teodosio, el Imperio fue dividido en dos: Oriente fue destinado a su hijo Arcadio, y Occidente le fue otorgado a Honorio, quien solo tenía 11 años.
El general Estilicón fue seleccionado como gobernador regente hasta que Honorio cumpliera la edad adecuada para ejercer.
Durante este período, Alarico I, rey visigodo, había logrado obtener mucho prestigio entre sus soldados, por lo que le temían y admiraban. Alarico atacó a la poderosa Constantinopla y causó estragos en Grecia entre 295 y 396.
Estilicón logró expulsarlos de Grecia. Sin embargo, el emperador Honorio decidió asignarle a Alarico el gobierno de la ciudad de Iliria para aplacar el poder de Estilicón y perpetuar la paz con los visigodos.
Invasión a Roma
En 401 el famoso rey Alarico I decidió marchar hasta Roma, pero fue vencido en dos ocasiones: primero en Pollentia y luego en Verona.
Algunas fuentes consideran que Estilicón intentó negociar con Alarico ofreciéndole el título de magister militum y de gobernador de la ciudad de Iliria. No obstante, estas acciones no gustaron al partido nacionalista de Roma, quienes acusaron a Estilicón de entregar el Imperio a los visigodos. Esto provocó una revuelta de tropas.
Estilicón buscó refugio en una iglesia pero fue asesinado por el general Olimpo, quien seguía las órdenes del emperador Honorio. Alarico llegó a un acuerdo con el emperador, quien le prometió una serie de concesiones, aunque el joven romano no mantuvo su palabra y esto enfureció a los visigodos.
En consecuencia, el ejército germánico marchó hasta Roma para apoyar la proclamación de Prisco Atalo, un usurpador jonio. Prisco aseguró que le concedería el título de magister militum a Alarico, pero Atalo tampoco cumplió con su palabra y el rey visigodo decidió sitiar la capital del Imperio.
Últimas negociaciones
Por primera vez en la historia del Imperio, la capital había caído ante el poderío extranjero. Una vez tomada la ciudad, Alarico acabó con el usurpador y ordenó saquear Roma durante varios días. Luego abandonaron la ciudad, pero se llevaron como botín de guerra a Gala Placidia (hermana de Honorio) y a Atalo.
Alarico falleció durante la invasión a Cosenza y fue sucedido por Ataúlfo, su cuñado. El nuevo rey visigodo decidió pactar con el emperador Honorio su salida de Italia si se le concedían los territorios de las Galias.
Luego de la caída de Roma, el Imperio no logró ser el mismo de antes, lo que fue un golpe muy duro para los romanos.
Invasiones de los visigodos
En varias ocasiones los visigodos penetraron en los territorios romanos de la península itálica, algunas veces por las ansias de poder y otras para escapar de la brutalidad de los hunos.
La primera invasión visigoda al Imperio romano ocurrió en 251, cuando ocuparon Tracia y Moesia. Posteriormente, en 258, penetraron por la costa del mar Negro, lo que les permitió invadir una serie de islas importantes, como Egeo y Éfeso.
En 269 atacaron Tesalónica y después invadieron Dacia, región cercana al río Danubio. Finalmente entraron a Roma en 401 y llegaron a Hispania, donde se quedaron hasta 711, cuando los musulmanes derrotaron a los visigodos en la batalla de Guadalete.
Organización política y social
La organización política de los visigodos estaba sustentada principalmente por el derecho germánico, que establecía la existencia de una asamblea constituida por hombres libres.
Dichos hombres eran la máxima autoridad del reino, que elegían a un rey para que los liderara. Por esta razón la organización política visigoda consistía en una monarquía electiva.
Posteriormente, los reyes visigodos quisieron modificar la organización germánica para implementar algunas nociones romanas, como el absolutismo. No obstante, este sistema nunca fue estable, por lo que el reino visigodo se vio sometido a un notable desequilibrio político.
Algunos historiadores consideran que esta inestabilidad en el reino fue una de las causas por las que el pueblo visigodo no pudo controlar con éxito la invasión musulmana en el 711.
Los reyes visigodos contaban con una serie de clientes que debían acompañarlos en todas sus acciones. Los reyes debían proporcionar a esta comitiva sustento y protección.
Asimismo, el rey era ayudado por el officium palatinum, donde intervenían dos órganos institucionales: el Consejo del rey y los Concilios de Toledo. En el palatinum solo podían participar personas de alto rango y con cierto poderío militar o intelectual.
Religión de los visigodos
Los visigodos seguían el arrianismo, una doctrina cristiana no trinitaria que se extendió por el Imperio romano durante el siglo IV. Sin embargo, no hubo enfrentamientos contundentes con los católicos, dado que estos constituían la mayoría de los pueblos hispanorromanos.
En los Concilios de Toledo, los visigodos decidieron solventar la división que existía entre el arrianismo y el catolicismo. Este proceso tuvo sus dificultades pero se pudo llevar a cabo, lo que permitió la unión de ambas corrientes religiosas.
Cultura de los visigodos
Sociedad
Los visigodos eran un conjunto de pueblos que adquirían nuevas tradiciones, culturas y leyes a medida que invadían y conquistaban los distintos territorios.
Por ejemplo, durante su ocupación en Hispania, al comienzo se prohibía el matrimonio entre los visigodos y los hispanorromanos, pero en décadas posteriores se estableció un código llamado Liber Iudiciorum o “fuero juzgo”.
Este código establecía de forma oficial una unificación entre las leyes visigodas y las hispanorromanas, lo que indica la compenetración que hubo entre ambas culturas de orígenes distintos. Se dio gracias a que Recaredo I se convirtió al catolicismo.
Arte visigodo
En la sociedad visigoda era fundamental el desarrollo de la artesanía, por lo que destacaron de manera notoria en la fabricación de broches, objetos de adorno y hebillas. Además, sus principales manifestaciones artísticas consistieron en el manejo de la orfebrería y en la arquitectura.
Las ventanas en la arquitectura visigoda presentan dos arcos, es decir, ventanas geminadas. También fue característico el arco de herradura, que adoptarían después los musulmanes. Entre sus edificaciones más famosas destacan la iglesia San Pedro de la Nave, en Zamora, y la iglesia San Juan de Baños, en Palencia.
Dentro de sus objetos de orfebrería destacan el Tesoro de Guarrazar, encontrado en Toledo, y una serie de coronas realizadas en oro macizo con incrustaciones de piedras preciosas.
Principales reyes visigodos
Alarico I (370-410)
Fue uno de los reyes visigodos más importantes debido a sus hazañas bélicas y a sus invasiones al Imperio romano. Su reinado duró aproximadamente desde el 395 hasta el 410. Se conoce, sobre todo, por el saqueo a Roma.
Ataúlfo (c.372-415)
Fue cuñado y primo de Alarico I y su importancia radica en que fue el primer rey visigodo en gobernar la península ibérica. Su gobierno duró solo cinco años, desde el 410 hasta el 415.
Sigerico (?-415)
Este monarca visigodo asesinó a Ataúlfo y luego se autoproclamó rey. Sin embargo, solo reinó por una semana durante el 415, específicamente en agosto.
Walia (385-418)
Walia fue hermano de Ataúlfo y rival de Sigerico. Gobernó desde el 415 hasta el 418 y logró derrotar a los vándalos silingos y a los alanos en la ciudad de Hispania.
Recaredo I (559-601)
Nació en Toledo y gobernó desde 586 hasta 601. Fue quien unificó la religión de la península al convertirse al catolicismo, sellando la unión territorial y espiritual del reino visigodo de Hispania.
Rodrigo (?-711)
Fue el último rey visigodo. Gobernó Hispania desde 710 a 711, y fue derrotado por los musulmanes en la batalla de Guadalete.
Referencias
- Conde, L. Los visigodos: el pueblo olvidado. Recuperado de idus.us.es.
- Rosique, S. La época visigoda. Recuperado de biblioteca.org.ar.
- Las invasiones bárbaras. El reino visigodo: instrucciones y cultura. Recuperado de historiasiglo20.org.
- Pueblo visigodo. Recuperado de es.wikipedia.org.
- Reino visigodo. Recuperado de historiaespana.es.